La UE pacta una postura común sobre la reforma del sistema financiero de cara a la cumbre del G-20 de Londres
BRUSELAS, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE pactaron hoy una postura común sobre la reforma del sistema financiero internacional de cara a la cumbre del G-20 que se celebrará en Londres el 2 de abril. Los líderes europeos acordaron además reforzar los instrumentos para rescatar a los países con problemas para refinanciar su deuda. Por un lado, aumentaron hasta 50.000 millones de euros el fondo para ayudar a los países del este. Por otro lado, se comprometieron a prestar 75.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Ha sido una cumbre de resultados, y un importante paso adelante en el camino hacia la recuperación" económica, aseguró e presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en la rueda de prensa final de la tradicional cumbre de primavera de la UE.
Barros explicó que el objetivo del aumento del denominado mecanismo de ayuda financiera a la balanza de pagos es enviar la "señal clara" de que la UE "está lista" para actuar en el caso de que sea necesario. No obstante, aseguró que de momento no hay ninguna petición adicional de ayudas de este fondo y que en todo caso todavía hay "margen" en la dotación actual para atender a las peticiones previsibles.
El mecanismo de ayuda financiera a la balanza de pagos estaba dotado inicialmente con 12.000 millones de euros, pero ya se aumentó a 25.000 millones el otoño pasado cuando los países del este empezaron a experimentar crecientes problemas al empeorar la crisis financiera.
Hasta ahora este fondo se ha utilizado para ayudar a Hungría (que recibió 6.500 millones de euros) y Letonia (3.100 millones) en cooperación con el FMI. Y Rumanía ha pedido también auxilio y está negociando con el Ejecutivo comunitario y con el fondo. La legislación comunitaria prohíbe que este mecanismo se utilice para rescatar a países de la eurozona.
Los líderes europeos ya rechazaron en la cumbre extraordinaria celebrada el pasado 1 de marzo poner en marcha un plan de ayuda a los países del este de 190.000 millones de euros, tal y como pedía Hungría, y se comprometieron a ayudar a los países con problemas pero "caso por caso", un compromiso que repiten las conclusiones aprobadas en el Consejo Europeo.
De cara a la reunión del G-20 de Londres, los jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a aportar 75.000 millones de euros en forma de préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que este órgano pueda rescatar rápidamente a los países en riesgo de quiebra. El objetivo de la UE es que en la cumbre del G-20 se acuerde "incrementar muy sustancialmente" los recursos del FMI.
Los líderes europeos pidieron además mejorar los instrumentos de vigilancia con los que cuenta el Fondo con la finalidad de reforzar su papel a la hora de prevenir futuras crisis. También abogaron por mejorar la colaboración entre el FMI y el Foro de Estabilidad Financiera (FSF, en sus siglas en inglés), que deberán dedicarse a identificar los riesgos y debilidades que afectan al sistema financiero y asegurarse de que se tomen las "acciones correctivas" necesarias para evitar que estallen nuevas crisis.
En este sentido, los 27 se felicitaron por la reciente ampliación del Foro de Estabilidad Financiera a todos los miembros del G-20, España y la Comisión Europea y respaldaron un "refuerzo institucional de este órgano". Además, los líderes europeos reclamaron la reforma del FMI para que refleje mejor el peso de las economías emergentes y apostarán además por revisar el proceso de selección del director del Fondo y del presidente del Banco Mundial.
EL G-20, VITAL PARA LA ECONOMÍA
El primer ministro británico, Gordon Brown, se felicitó de los resultados del Consejo Europeo porque a su juicio se han "sentado las bases" para la cumbre del G-20, que según dijo será "vital" para el futuro de la economía mundial. Brown arremetió de nuevo contra cualquier tipo de medida proteccionista. "Somos una Unión Europea antiproteccionista, debemos permanecer vigilantes permanentemente ante cualquier forma de proteccionismo, cubierta o encubierta", dijo.
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró necesarias las reformas que defiende la UE para contar con un sistema financiero "más serio, que funcione con una regulación eficaz y con una supervisión más activa que elimine los paraísos fiscales". El presidente del Gobierno aseguró estar "convencido" de que ese "plan de actuación" contará con el respaldo de los países del G-20 "y, por supuesto, de Estados Unidos y de Europa".
Zapatero insistió en que los planes de estímulo puestos en marcha por los países de la UE "se están trasladando a la economía real, produciendo su efectividad" y abogó por esperar a comprobar los efectos de este "gran esfuerzo" antes de pensar en nuevos planes de estímulo, sumándose así al consenso expresado este jueves por el resto de líderes europeos. Los 27 se han comprometido a volver a analizar el impacto de los planes de estímulo en la cumbre de junio.
Y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, consideró inadmisibles que las empresas francesas en situación de dificultad financiera que reciban ayudas públicas para tratar de salir de la crisis otorguen bonus, acciones u otra remuneraciones excepcionales para sus directivos.
Sarkozy se felicitó Austria, Luxemburgo y Suiza, "países europeos que hasta ahora nunca habían cumplido los criterios de la OCDE" en materia de cooperación contra la evasión fiscal, se hayan comprometido a respetarlos, tras la presión ejercida por países como Francia y Alemania, algo que calificó de "histórico". Por ello, consideró que no deben ser incluidos en la lista que quiere elaborar la UE de paraísos fiscales para imponer sanciones, aunque dijo que habrá que vigilar que cumplan sus promesas.
SISTEMA DE PROVISIONES DEL BANCO DE ESPAÑA
Los 27 acordaron exigir de nuevo en el G-20 la reglamentación y supervisión adecuadas de todos los mercados y productos financieros y de los participantes en el sector financiero, incluyendo los 'hedge funds' y las agencias de calificación de riesgos. Y apostaron por imponer sanciones a los paraísos fiscales, y promover reformas en el sistema de remuneración de los directivos para prevenir que incentiven "la adopción de riesgos excesivos".
La UE solicitará también mejorar la cooperación en materia de supervisión mediante el establecimiento, antes de finales de 2009, de colegios de supervisores de las principales instituciones financieras transfronterizas.
Finalmente, los jefes de Estado y de Gobierno pidieron que todos los bancos del mundo imiten el modelo de provisiones dinámicas implantado por el Banco de España. Ello supone que las entidades deberán dotarse de márgenes adicionales de recursos en épocas propicias, de tal forma que estén mejor preparados para hacer frente a las dificultades cuando se invierta la solución.
Asimismo, abogaron por impulsar las negociaciones para la ronda de liberalización comercial de Doha y pedirán que no se adopten medidas proteccionistas.
Dentro de la UE, los líderes europeos se comprometieron a tomar en junio las primeras decisiones para crear un sistema europeo de supervisión, basándose en las recomendaciones del grupo de expertos presidido por el ex director del FMI, Jacques Delarosière. Asimismo, aseguraron que aprobaran rápidamente las propuestas que presentará en abril la Comisión sobre 'hedge funds', remuneración de los ejecutivos y refuerzo de los requisitos de capital de los bancos.
BRUSELAS, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE pactaron hoy una postura común sobre la reforma del sistema financiero internacional de cara a la cumbre del G-20 que se celebrará en Londres el 2 de abril. Los líderes europeos acordaron además reforzar los instrumentos para rescatar a los países con problemas para refinanciar su deuda. Por un lado, aumentaron hasta 50.000 millones de euros el fondo para ayudar a los países del este. Por otro lado, se comprometieron a prestar 75.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Ha sido una cumbre de resultados, y un importante paso adelante en el camino hacia la recuperación" económica, aseguró e presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en la rueda de prensa final de la tradicional cumbre de primavera de la UE.
Barros explicó que el objetivo del aumento del denominado mecanismo de ayuda financiera a la balanza de pagos es enviar la "señal clara" de que la UE "está lista" para actuar en el caso de que sea necesario. No obstante, aseguró que de momento no hay ninguna petición adicional de ayudas de este fondo y que en todo caso todavía hay "margen" en la dotación actual para atender a las peticiones previsibles.
El mecanismo de ayuda financiera a la balanza de pagos estaba dotado inicialmente con 12.000 millones de euros, pero ya se aumentó a 25.000 millones el otoño pasado cuando los países del este empezaron a experimentar crecientes problemas al empeorar la crisis financiera.
Hasta ahora este fondo se ha utilizado para ayudar a Hungría (que recibió 6.500 millones de euros) y Letonia (3.100 millones) en cooperación con el FMI. Y Rumanía ha pedido también auxilio y está negociando con el Ejecutivo comunitario y con el fondo. La legislación comunitaria prohíbe que este mecanismo se utilice para rescatar a países de la eurozona.
Los líderes europeos ya rechazaron en la cumbre extraordinaria celebrada el pasado 1 de marzo poner en marcha un plan de ayuda a los países del este de 190.000 millones de euros, tal y como pedía Hungría, y se comprometieron a ayudar a los países con problemas pero "caso por caso", un compromiso que repiten las conclusiones aprobadas en el Consejo Europeo.
De cara a la reunión del G-20 de Londres, los jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron a aportar 75.000 millones de euros en forma de préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que este órgano pueda rescatar rápidamente a los países en riesgo de quiebra. El objetivo de la UE es que en la cumbre del G-20 se acuerde "incrementar muy sustancialmente" los recursos del FMI.
Los líderes europeos pidieron además mejorar los instrumentos de vigilancia con los que cuenta el Fondo con la finalidad de reforzar su papel a la hora de prevenir futuras crisis. También abogaron por mejorar la colaboración entre el FMI y el Foro de Estabilidad Financiera (FSF, en sus siglas en inglés), que deberán dedicarse a identificar los riesgos y debilidades que afectan al sistema financiero y asegurarse de que se tomen las "acciones correctivas" necesarias para evitar que estallen nuevas crisis.
En este sentido, los 27 se felicitaron por la reciente ampliación del Foro de Estabilidad Financiera a todos los miembros del G-20, España y la Comisión Europea y respaldaron un "refuerzo institucional de este órgano". Además, los líderes europeos reclamaron la reforma del FMI para que refleje mejor el peso de las economías emergentes y apostarán además por revisar el proceso de selección del director del Fondo y del presidente del Banco Mundial.
EL G-20, VITAL PARA LA ECONOMÍA
El primer ministro británico, Gordon Brown, se felicitó de los resultados del Consejo Europeo porque a su juicio se han "sentado las bases" para la cumbre del G-20, que según dijo será "vital" para el futuro de la economía mundial. Brown arremetió de nuevo contra cualquier tipo de medida proteccionista. "Somos una Unión Europea antiproteccionista, debemos permanecer vigilantes permanentemente ante cualquier forma de proteccionismo, cubierta o encubierta", dijo.
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró necesarias las reformas que defiende la UE para contar con un sistema financiero "más serio, que funcione con una regulación eficaz y con una supervisión más activa que elimine los paraísos fiscales". El presidente del Gobierno aseguró estar "convencido" de que ese "plan de actuación" contará con el respaldo de los países del G-20 "y, por supuesto, de Estados Unidos y de Europa".
Zapatero insistió en que los planes de estímulo puestos en marcha por los países de la UE "se están trasladando a la economía real, produciendo su efectividad" y abogó por esperar a comprobar los efectos de este "gran esfuerzo" antes de pensar en nuevos planes de estímulo, sumándose así al consenso expresado este jueves por el resto de líderes europeos. Los 27 se han comprometido a volver a analizar el impacto de los planes de estímulo en la cumbre de junio.
Y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, consideró inadmisibles que las empresas francesas en situación de dificultad financiera que reciban ayudas públicas para tratar de salir de la crisis otorguen bonus, acciones u otra remuneraciones excepcionales para sus directivos.
Sarkozy se felicitó Austria, Luxemburgo y Suiza, "países europeos que hasta ahora nunca habían cumplido los criterios de la OCDE" en materia de cooperación contra la evasión fiscal, se hayan comprometido a respetarlos, tras la presión ejercida por países como Francia y Alemania, algo que calificó de "histórico". Por ello, consideró que no deben ser incluidos en la lista que quiere elaborar la UE de paraísos fiscales para imponer sanciones, aunque dijo que habrá que vigilar que cumplan sus promesas.
SISTEMA DE PROVISIONES DEL BANCO DE ESPAÑA
Los 27 acordaron exigir de nuevo en el G-20 la reglamentación y supervisión adecuadas de todos los mercados y productos financieros y de los participantes en el sector financiero, incluyendo los 'hedge funds' y las agencias de calificación de riesgos. Y apostaron por imponer sanciones a los paraísos fiscales, y promover reformas en el sistema de remuneración de los directivos para prevenir que incentiven "la adopción de riesgos excesivos".
La UE solicitará también mejorar la cooperación en materia de supervisión mediante el establecimiento, antes de finales de 2009, de colegios de supervisores de las principales instituciones financieras transfronterizas.
Finalmente, los jefes de Estado y de Gobierno pidieron que todos los bancos del mundo imiten el modelo de provisiones dinámicas implantado por el Banco de España. Ello supone que las entidades deberán dotarse de márgenes adicionales de recursos en épocas propicias, de tal forma que estén mejor preparados para hacer frente a las dificultades cuando se invierta la solución.
Asimismo, abogaron por impulsar las negociaciones para la ronda de liberalización comercial de Doha y pedirán que no se adopten medidas proteccionistas.
Dentro de la UE, los líderes europeos se comprometieron a tomar en junio las primeras decisiones para crear un sistema europeo de supervisión, basándose en las recomendaciones del grupo de expertos presidido por el ex director del FMI, Jacques Delarosière. Asimismo, aseguraron que aprobaran rápidamente las propuestas que presentará en abril la Comisión sobre 'hedge funds', remuneración de los ejecutivos y refuerzo de los requisitos de capital de los bancos.
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