El Gobierno transfiere a Euskadi competencias sociolaborales por 472 millones
ANABEL DÍEZ / L. R. AIZPEOLEA - Madrid - 23/09/2010 / El País.com
ANABEL DÍEZ / L. R. AIZPEOLEA - Madrid - 23/09/2010 / El País.com
Desde las cuatro de la tarde de ayer, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, alberga ya casi la certeza de que podrá culminar la legislatura en su tiempo, en 2012. Esa fue la hora en la que concluía un almuerzo en el palacio de la Moncloa con el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, los dos a solas, y en el que el acuerdo sobre la transferencia del Estado al País Vasco de un paquete de competencias sociolaborales , abría de par en par las puertas para el apoyo de los peneuvistas a los Presupuestos del Estado de 2011. La negociación estrictamente presupuestaria empieza ahora pero en el Gobierno no dudan de que tendrán los seis votos de los diputados vascos.
Cuando Urkullu abandonó La Moncloa, Zapatero telefoneó al presidente del Gobierno vasco, el socialista Patxi López, para contarle todos los detalles de las últimas horas de negociación. Todos los gestos y pasos han sido muy medidos por las dos partes. Zapatero y el PSOE han tenido especial cuidado en que el pacto con los nacionalistas no menoscabe la autoridad del Gobierno socialista vasco. Unos y otros pretendieron, y lo consiguieron, cerrar ayer el acuerdo a tiempo para que hoy, en el debate de Política General que se celebra en el Parlamento vasco, el Gobierno y el PNV puedan explicarlo y defenderlo.
El primero en hacerlo será el lehendakari para poner de manifiesto que el acuerdo también es suyo. López ha estado informado permanentemente de las negociaciones que han llevado el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, y el secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías, con un equipo de parlamentarios socialistas. Del lado del PNV ha trabajado su grupo parlamentario, encabezado por Josu Erkoreka, y su labor ha sido "extraordinaria", según destacó ayer Urkullu en la puerta del Congreso de los Diputados, junto a los leones, adonde acudió, acompañado por los parlamentarios peneuvistas, para anunciar el acuerdo. El visto bueno definitivo lo dio en Bilbao el Euskadi Buru Batzar, máximo órgano de dirección del PNV.
Aunque la negociación y el acuerdo se ha basado en materias ajenas a los Presupuestos del Estado, las dos partes reconocen que el camino se ha allanado casi decisivamente. "Nosotros tenemos también mucho interés en la estabilidad económica de España", aseguró Urkullu cuando se le preguntó si el acuerdo presupuestario también estaba hecho. "Ahora empieza la negociación para 2011, después de cerrar todo el paquete de acuerdos con el Gobierno y el PSOE en otoño de 2010", señaló el dirigente peneuvista. No olvidó el dirigente nacionalista relatar que el paquete de transferencias conseguido marca un hito "histórico" para el País Vasco al formar parte de las demandas más antiguas del nacionalismo, si bien, también el nuevo Ejecutivo las reclama. En efecto, el acuerdo llevaba enquistado años, sobre todo por la diferencia de valoración en la cuantía de la transferencia que, finalmente, asciende a 472 millones de euros. Se transfieren las Políticas Activas de Empleo, que comprenden también las bonificaciones de las cuotas empresariales; la intermediación laboral (antiguo Inem); la Formación Profesional (tanto ocupacional como continua); el Instituto Social de la Marina y la Inspección Laboral.
"El acuerdo es absolutamente escrupuloso con la Constitución y no toca la Caja Única de la Seguridad Social". Esta fue la afirmación tajante del portavoz socialista, José Antonio Alonso, en previsión de que pueda haber reproches de que el Gobierno, con tal de asegurarse la aprobación de los Presupuestos, haya sido capaz de romper la Caja de la Seguridad Social, al incluir en la transferencia las bonificaciones de las cuotas empresariales. Y los reproches llegaron. Poco después de las nueve de la noche, el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, distribuyó un comunicado en el que daba por supuesto que "el Gobierno ha negociado con el PNV uno de los pilares básicos del Estado, que es la Seguridad Social, su Caja Única y la igualdad de todos los españoles para tener un empleo y formarse". Y continuó: "Esto es grave e inaceptable porque a cambio de un año más de legislatura, que no hace más que alargar la crisis económica, Zapatero ha aceptado una reivindicación de carácter nacionalista que no tiene encaje en el Estado de las Autonomías". Ante esta reacción, el PSOE aguarda con expectación la intervención hoy en el Parlamento vasco del presidente del PP, Antonio Basagoiti.
Cuando Urkullu abandonó La Moncloa, Zapatero telefoneó al presidente del Gobierno vasco, el socialista Patxi López, para contarle todos los detalles de las últimas horas de negociación. Todos los gestos y pasos han sido muy medidos por las dos partes. Zapatero y el PSOE han tenido especial cuidado en que el pacto con los nacionalistas no menoscabe la autoridad del Gobierno socialista vasco. Unos y otros pretendieron, y lo consiguieron, cerrar ayer el acuerdo a tiempo para que hoy, en el debate de Política General que se celebra en el Parlamento vasco, el Gobierno y el PNV puedan explicarlo y defenderlo.
El primero en hacerlo será el lehendakari para poner de manifiesto que el acuerdo también es suyo. López ha estado informado permanentemente de las negociaciones que han llevado el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, y el secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías, con un equipo de parlamentarios socialistas. Del lado del PNV ha trabajado su grupo parlamentario, encabezado por Josu Erkoreka, y su labor ha sido "extraordinaria", según destacó ayer Urkullu en la puerta del Congreso de los Diputados, junto a los leones, adonde acudió, acompañado por los parlamentarios peneuvistas, para anunciar el acuerdo. El visto bueno definitivo lo dio en Bilbao el Euskadi Buru Batzar, máximo órgano de dirección del PNV.
Aunque la negociación y el acuerdo se ha basado en materias ajenas a los Presupuestos del Estado, las dos partes reconocen que el camino se ha allanado casi decisivamente. "Nosotros tenemos también mucho interés en la estabilidad económica de España", aseguró Urkullu cuando se le preguntó si el acuerdo presupuestario también estaba hecho. "Ahora empieza la negociación para 2011, después de cerrar todo el paquete de acuerdos con el Gobierno y el PSOE en otoño de 2010", señaló el dirigente peneuvista. No olvidó el dirigente nacionalista relatar que el paquete de transferencias conseguido marca un hito "histórico" para el País Vasco al formar parte de las demandas más antiguas del nacionalismo, si bien, también el nuevo Ejecutivo las reclama. En efecto, el acuerdo llevaba enquistado años, sobre todo por la diferencia de valoración en la cuantía de la transferencia que, finalmente, asciende a 472 millones de euros. Se transfieren las Políticas Activas de Empleo, que comprenden también las bonificaciones de las cuotas empresariales; la intermediación laboral (antiguo Inem); la Formación Profesional (tanto ocupacional como continua); el Instituto Social de la Marina y la Inspección Laboral.
"El acuerdo es absolutamente escrupuloso con la Constitución y no toca la Caja Única de la Seguridad Social". Esta fue la afirmación tajante del portavoz socialista, José Antonio Alonso, en previsión de que pueda haber reproches de que el Gobierno, con tal de asegurarse la aprobación de los Presupuestos, haya sido capaz de romper la Caja de la Seguridad Social, al incluir en la transferencia las bonificaciones de las cuotas empresariales. Y los reproches llegaron. Poco después de las nueve de la noche, el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, distribuyó un comunicado en el que daba por supuesto que "el Gobierno ha negociado con el PNV uno de los pilares básicos del Estado, que es la Seguridad Social, su Caja Única y la igualdad de todos los españoles para tener un empleo y formarse". Y continuó: "Esto es grave e inaceptable porque a cambio de un año más de legislatura, que no hace más que alargar la crisis económica, Zapatero ha aceptado una reivindicación de carácter nacionalista que no tiene encaje en el Estado de las Autonomías". Ante esta reacción, el PSOE aguarda con expectación la intervención hoy en el Parlamento vasco del presidente del PP, Antonio Basagoiti.
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