La alianza que formarán Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedès y Sa Nostra, a través de la creación de un Sistema Institucional de Protección (SIP), pedirá entre 800 y 900 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para integrarse, según indicaron fuentes financieras.
Efe - Madrid - 05/06/2010
Las cajas trabajan para que no se produzcan despidos en sus plantillas y que los trabajadores, como máximo, puedan ser recolocados en los servicios centrales de la nueva entidad o en la reorganización de la red de oficinas, según las fuentes.
Además, pretenden que la reducción de plantilla se haga mediante jubilaciones anticipadas.
Todas estas medidas deberán ser llevadas a las mesas laborales de las cajas.
Y todo ello teniendo en cuenta el criterio para la optimización de recursos, con el que se prevé fortalecer la red de oficinas de la entidad.
El pasado miércoles, los consejos de administración de las cuatro cajas aprobaron un protocolo -que será firmado por los presidentes de las entidades el próximo lunes en Madrid- para crear un SIP, cuya sociedad central adoptará la forma de banco, con sede en la capital de España y presidida por el presidente de la caja murciana, Carlos Egea.
El presidente de Caja Granada, Antonio Jara, ya ha garantizado que el compromiso de la entidad con el desarrollo social y económico de Andalucía será "más fuerte y más eficiente que nunca", y que los "inevitables ajustes" tras la fusión fría no conllevarán despidos.
Añadió que la estabilidad en el empleo, la renuncia a los despidos y el respeto a los derechos de los trabajadores seguirán formando parte de la política de Caja Granada.
"Los inevitables ajustes exigidos por este nuevo escenario, oportunamente negociados, no deben generar, por tanto, inquietud en nuestra plantilla", dijo.
Esos ajustes pasarán, como ya trasladó la caja granadina en su momento, por la clausura de algunas oficinas y el reajuste de su personal.
Las fuentes financieras consultadas explicaron que entidades como Caja Murcia incrementarán su número de oficinas en este proceso, si bien las que tiene en la provincia de Almería serán cedidas a Caja Granada.
Otras, como las de Caixa Penedès en Valencia pasarán a Caja Murcia, según la reordenación de sucursales que supone la estructura del nuevo SIP o "fusión fría" y que pretende optimizar recursos.
Esta semana las entidades que conformarán el SIP destacaron que el "perfil homogéneo" de estas cajas posibilita que el nuevo grupo crezca con "cohesión y coherencia territorial y estratégica", mientras mantiene "una destacada posición de liderazgo en el Arco Mediterráneo, al aglutinar en esta amplia zona la mayor red de sucursales conjunta, con 1.703 oficinas, y algo más de 4 millones de clientes".
El SIP resultante dará lugar al sexto grupo financiero de cajas por volumen de negocio, al séptimo por volumen de activos y al cuarto por número de oficinas.
Su sociedad central con forma jurídica de banco -responsable de la definición y gestión de las políticas financieras y operativas del grupo, ya que gestionará la solvencia, diseñará la estrategia corporativa y el negocio mayorista y definirá la gestión de riesgos y la planificación tecnológica- estará participada en un 39% por Caja Murcia; en un 27% por Caixa Penedès; un 19,5% por Caja Granada y un 14,5% por Sa Nostra.
Las cajas trabajan para que no se produzcan despidos en sus plantillas y que los trabajadores, como máximo, puedan ser recolocados en los servicios centrales de la nueva entidad o en la reorganización de la red de oficinas, según las fuentes.
Además, pretenden que la reducción de plantilla se haga mediante jubilaciones anticipadas.
Todas estas medidas deberán ser llevadas a las mesas laborales de las cajas.
Y todo ello teniendo en cuenta el criterio para la optimización de recursos, con el que se prevé fortalecer la red de oficinas de la entidad.
El pasado miércoles, los consejos de administración de las cuatro cajas aprobaron un protocolo -que será firmado por los presidentes de las entidades el próximo lunes en Madrid- para crear un SIP, cuya sociedad central adoptará la forma de banco, con sede en la capital de España y presidida por el presidente de la caja murciana, Carlos Egea.
El presidente de Caja Granada, Antonio Jara, ya ha garantizado que el compromiso de la entidad con el desarrollo social y económico de Andalucía será "más fuerte y más eficiente que nunca", y que los "inevitables ajustes" tras la fusión fría no conllevarán despidos.
Añadió que la estabilidad en el empleo, la renuncia a los despidos y el respeto a los derechos de los trabajadores seguirán formando parte de la política de Caja Granada.
"Los inevitables ajustes exigidos por este nuevo escenario, oportunamente negociados, no deben generar, por tanto, inquietud en nuestra plantilla", dijo.
Esos ajustes pasarán, como ya trasladó la caja granadina en su momento, por la clausura de algunas oficinas y el reajuste de su personal.
Las fuentes financieras consultadas explicaron que entidades como Caja Murcia incrementarán su número de oficinas en este proceso, si bien las que tiene en la provincia de Almería serán cedidas a Caja Granada.
Otras, como las de Caixa Penedès en Valencia pasarán a Caja Murcia, según la reordenación de sucursales que supone la estructura del nuevo SIP o "fusión fría" y que pretende optimizar recursos.
Esta semana las entidades que conformarán el SIP destacaron que el "perfil homogéneo" de estas cajas posibilita que el nuevo grupo crezca con "cohesión y coherencia territorial y estratégica", mientras mantiene "una destacada posición de liderazgo en el Arco Mediterráneo, al aglutinar en esta amplia zona la mayor red de sucursales conjunta, con 1.703 oficinas, y algo más de 4 millones de clientes".
El SIP resultante dará lugar al sexto grupo financiero de cajas por volumen de negocio, al séptimo por volumen de activos y al cuarto por número de oficinas.
Su sociedad central con forma jurídica de banco -responsable de la definición y gestión de las políticas financieras y operativas del grupo, ya que gestionará la solvencia, diseñará la estrategia corporativa y el negocio mayorista y definirá la gestión de riesgos y la planificación tecnológica- estará participada en un 39% por Caja Murcia; en un 27% por Caixa Penedès; un 19,5% por Caja Granada y un 14,5% por Sa Nostra.
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