martes, 11 de mayo de 2010

El consejo de CAM se reúne de urgencia bajo la presión de posibles fusiones

La dirección de la entidad alicantina pedirá al máximo órgano de gobierno permiso para iniciar conversaciones con otras cajas
11.05.10 - 01:13 -
Z. GUILLÉN / J. S. ALICANTE / VALENCIA./ La Verdad

La reestructuración del sistema financiero hasta ahora no había afectado a las entidades valencianas. Pero la concatenación de hechos de las últimas semanas ha modificado sustancialmente el panorama.
Caja Mediterráeno (CAM) ha convocado de forma urgente para hoy un consejo de administración en el que, según fuentes de la entidad, el presidente, Modesto Crespo, y el director general, Roberto López, pretenden informar sobre «cómo se desarrolla el proceso de reestructuración del sistema de cajas en España».
En cambio, según fuentes del sector, la reunión del consejo va mucho más allá. El presidente de la entidad pedirá al máximo órgano de gobierno que autorice contactos formales para avanzar en una posible fusión con otras entidades.
Atenta a la reunión del consejo de CAM estará Caja Madrid, ya que Rodrigo Rato, desde que asumió la presidencia, está impulsando la fusión entre las dos entidades. Una operación que, en primera instancia, no estaría muy bien vista desde la entidad alicantina, ya que CAM terminaría absorbida por la caja madrileña, de mucho mayor tamaño. CGT, el segundo sindicato en representación en la CAM, mostró ayer su rechazo a esta integración al valorar la pérdida de empleos que supondría.
Caja Mediterráneo, en cambio, siempre se ha interesado por liderar una fusión con entidades de su tamaño o inferiores, como Cajamurcia o Caixa General, ésta ya inmersa en una operación con Caixa Nova.
En cualquier caso, la fusión, según las fuentes consultadas, cuenta con el aparente respaldo del Banco de España y estaría refrendada por el PP nacional. Además, las buenas relaciones de Rato con Isidro Fainé, presidente de La Caixa y de la CECA, hacen pensar que la operación no estaría mal vista por el resto de cajas. Por todo ello no se descarta que CAM termine aceptando vincular su futuro a Caja Madrid.
La operación pasa por crear en una primera fase un Sistema Institucional de Protección (SIP), también conocido como fusión fría o virtual. Se trata de una fórmula de cooperación que permite compartir la liquidez y el riesgo de crédito, aunque el horizonte es acabar en una fusión completa.
Las fuentes oficiales de ambas cajas prefirieron ayer guardar silencio. Desde CAM emitieron un comunicado en el que se limitaron a asegurar que el orden del día del consejo «ordinario» de hoy tan sólo contempla abordar la reestructuración del sector en España.
Nuevo escenario
Desde la llegada de Rato a la presidencia de Caja Madrid, según las fuentes consultadas, se han retomado las conversaciones con CAM, después de los fallidos contactos al final del pasado verano.
Y es que las circunstancias han cambiado. La pasada semana el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, acordaron acelerar la reestructuración del sistema financiero. El pacto tiene una clara dimensión política al abrir la puerta a las fusiones interregionales, como prefiere el Banco de España, ya que los dos grandes partidos parecen dispuestos a controlar el poder de veto que puedan ejercer los gobiernos autonómicos, que se resisten a perder su influencia sobre las cajas.
De hecho, el acuerdo entre Zapatero y Rajoy hace ya prácticamente inviable una fusión entre CAM y Bancaja, opción preferida por el Gobierno valenciano.
En cualquier caso habrá que esperar para ver qué postura toma la Generalitat en una operación que significaría la absorción de una entidad valenciana por otra foránea.
A todo ello se unen las cada vez más apremiantes advertencias del Banco de España, que ha llegado a amenazar con la intervención de aquellas cajas que pasen por dificultades y no estén buscando una solución en esta línea.
Además, el proceso de fusiones tiene un plazo para cerrarse. El 30 de junio es la fecha límite para que las cajas puedan beneficiarse de las ayudas que concede el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria creado por el Gobierno. Toda las entidades son conscientes del límite y están dispuestas a agilizar las operaciones.
Mientras la CAM se ha visto inmersa en el proceso de reestructuración bancaria, Bancaja se mantiene tranquila y se limita a esperar para encabezar un proceso de fusión que integre a otras entidades menores.

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