jueves, 19 de julio de 2012

España podrá usar los 100.000 millones del rescate para préstamos directos o comprar deuda


Expansión.com
EL FEEF PODRÁ PRESTAR DIRECTAMENTE AL ESTADO Y COMPRAR DEUDA
España podrá usar los 100.000 millones de euros del fondo de rescate temporal europeo (FEEF) para más cosas que recapitalizar la banca. El Gobierno podrá pedir a la institución que intervenga en los mercados de deuda y que preste dinero directamente al Estado en el caso de que necesite liquidez. Así lo especifica un documento que el Gobierno alemán ha puesto a disposición del Bundestag, que hoy debe votar el plan de ayuda a España.
El acuerdo que ha desvelado el Ejecutivo germano define el contrato que firmarán el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), España y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Todo bajo el título "Master Financial Assistance Facility Agreement", que podría traducirse como Acuerdo para la Facilidad Maestra de Asistencia Fiannciera. Este mecanismo base sería el paraguas bajo el que se dispondrían el resto de instrumentos del rescate: básicamente para recapitalizar bancos, comprar deuda y hacer préstamos al Gobierno.

Todo ello siempre con condicionalidad y con autorización expresa del Eurogrupo y, en algunos casos, como se en la compra en mercado secundario, del BCE.
Las auditorías provisionales que se han realizado a la banca sitúan las necesidades máximas de capital de la banca española en 62.000 millones de euros. Si se cumple ese escenario, quedarían 38.000 millones a disposición del Gobierno español para comprar deuda o para atajar cualquier problema de liquidez que pueda surgir.
Un rescate light
Una de las facilidades que contempla el acuerdo es la Facilidad Preventiva, que puede adoptar varias formas, pero que en la práctica es una línea de crédito para financiar al Estado directamente, y no solamente a la banca, que es el escenario al que se había limitado hasta ahora el plan de ayuda.

Según la definición del propio FEEF, un programa preventivo es "una línea de crédito" para ayudar a "un país a superar un shock temporal externo y prevenir una crisis". Y especifica que se trata de un instrumento que trata de ayudar a un país en dificultades, pero evitando la connotación negativa de entrar en un "programa completo" (como el de Grecia, Irlanda o Portugal). Es decir, sería un rescate, pero "light". Este mecanismo preventivo puede concretarse de dos formas distintas.
La primera, como un "Línea de Crédito Preventiva·, que solamente exigiría cumplir unos requisitos macroeconómicos previos a recibir la ayuda. El instrumento estaría destinado a países con "buenos fundamentos económicos", "deuda sostenible" y un "historial de acceso a los mercados de capitales en términos razonables".
La segunda medida sería una "Línea de Crédito con Condiciones Reforzadas", y estaría destinada a países con una situación financiera sana pero con "vulnerabilidades moderadas", que impedirían su acceso a la línea de crédito anterior. El Estado que la pida deberá corregir esos puntos débiles de su economía bajo asesoramiento de la Comisión Europea y el BCE.
España probablemente entraría en esa segunda categoría y dado que ya se está obligada 'de facto' a cumplir con las recomendaciones de la Comisión, acogerse a esta opción podría conllevar pocos o ningúna exigencia nueva.
Intervención en el mercado de deuda
Al igual que ocurre con el documento griego, el de España contempla varias formas de intervención en la deuda: compras en el mercado primario (acudiendo directamente a las subastas del Tesoro), adquisiciones en el mercado secundario (donde cotizan los bonos ya emitidos), y dos fórmulas más de apalancamiento que el propio FEEF denomina: Protección Parcial de Bonos Soberanos y Fondo de Co-Inversión.

En la primera, el fondo otorgaría un certificado a los bonos nuevos que emita España. Este certificado protegería entre un 20% y un 30% del principal de ese título en caso de impago y podría ser negociado en el mercado secundario como un instrumento aparte. Sería una especie de CDS (seguro de protección de impago) parcial.
En la segunda opción, el Fondo de Co-Inversión buscaría socios institucionales (Fondos Soberanos, inversores en capital riesgo o fondos de inversión) para comprar conjuntamente bonos en mercado primario y secundario. En ese caso, el FEEF cubriría las primeras pérdidas que ocasionalmente pudiera sufrir la inversión, en un porcentaje por determinar.
Estas facilidades se sumarían a la que ya se anunció en su momento, la Facilidad de Recapitalización Bancaria, que serviría para que el Frob inyectara capital en las entidades que lo necesitaran.
El documento asegura explícitamente que cada una de estos instrumentos puede llevar una condicionalidad distinta y que deben cumplirse los términos específicos de cada uno de ellos. Por ejemplo, en el caso de las compras en mercado secundario, el BCE debe validar que se dan circunstancias extraordinarias que ponen en peligro la estabilidad financiera de la eurozona.
No obstante, aunque la aplicación de estas medidas estará sujetas a condicionalidad, entre los acuerdos alcanzados en el Consejo Europeo del 28 y 29 de junio estaba el de suavizar esos requisitos en el caso de las compras de bonos.
Tal y como se contemplaba inicialmente, las compras de deuda de un Estado le obligaban a someterse a un programa de control macroeconómico completo (al estilo griego, irlandés o portugués). Tras esa reunión se relajó la condicionalidad a que el Gobierno cumpla con las recomendaciones de Bruselas para controlar el déficit y los desequilibrios macroeconómicos, algo que, en principio, ya estaría haciendo el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Eurogrupo mañana
Toda esta maquinaria debería empezar a activarse una vez que el Eurogrupo, ministros de Finanzas y Economía de la eurozona, se reúna mañana y apruebe el Memorando de Entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) del programa de ayuda para la banca española. El MoU establecerá los tipos de interés, los plazos, las condiciones y el origen de los fondos, aunque algunos de ellos ya se han desvelado.

Los tipos podrían fijarse por debajo del 3% (el Gobierno de España quiere que sea del 2,5%) y el plazo medio de vida de la deuda sería de 12,5 años. Y las condiciones van desde las explícitas (traspaso de poderes de Economía al Banco de España, liquidación de bancos insolventes, supervisión estricta del sistema financiero por parte de la troika...) a las implícitas (como el cumplimiento de las recomendaciones macroeconómicas de Bruselas y los objetivos de déficit).

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