El tipo de interés de referencia desciende al 2,5%, medida que se queda corta frente al abaratamiento ordenado por el Banco de Inglaterra
05.12.08 -
FERNANDO PESCADOR CORRESPONSAL. BRUSELAS/ La Verdad
05.12.08 -
FERNANDO PESCADOR CORRESPONSAL. BRUSELAS/ La Verdad
El Banco Central Europeo decidió ayer aplicar al precio oficial del dinero la rebaja más importante que decide en su corta historia. El tipo de interés de referencia desciende en tres cuartos de punto hasta quedar en el 2,5%, el nivel de marzo de 2006. Con ello pretende hacer frente a la recesión que ya sacude a la zona euro y que se prolongará durante 2009. La autoridad monetaria de los Quince no actuó sola y fue, si acaso, algo más tímida que otros colegas.
Dos veces al año, el BCE convoca a su Consejo fuera de la sede de la institución, ubicada en Francfort. En esta ocasión tocaba Bruselas y, como se esperaba, hubo decisiones trascendentales: el recorte se quedó corto con respecto a la rebaja de un punto porcentual decidida pocas horas antes por el Banco de Inglaterra para el área de la libra, o los 1,75 puntos de descenso que el Banco de Suecia optó por aplicar en su país.
El precio del dinero queda en el Reino Unido al nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia, la libra alcanzó el canje mínimo con la divisa europea desde que existe la Unión Monetaria, 1,1499 euros.
El Banco Central Europeo ha roto, no obstante, los moldes, al acordar la reducción de tres cuartos de punto de una sola vez. Con esta rebaja, la caída de tipos de interés en la zona euro ya representa en poco más de dos meses 1,75 puntos, una evolución insólita en el modo de proceder de la entidad, caracterizado por la estrategia de los «pequeños pasos». Acuerdos de este calado reflejan, sin duda, la gravedad de los problemas y la necesidad de atajarlos cuanto antes con una 'terapia de choque'.
Recesión
No es para menos. Según el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, la zona euro entrará en recesión el año que viene. Los servicios del banco prevén una contracción media del PIB de medio punto a lo largo del ejercicio, mientras que este año, el crecimiento en los 15 miembros del euro se quedará en el 1% interanual. Hace sólo tres meses, el BCE aún estimaba que el avance de 2008 podría quedar en el 1,4%. La inflación parece controlada, al menos en el medio plazo. Trichet manifestaba ayer que el índice de crecimiento del coste de la vida «estará en línea con el objetivo de estabilidad de precios en el horizonte político relevante, preservando el poder de compra de los salarios y los ahorros».
La contención de los precios, según el presidente del BCE, responde sobre todo al abaratamiento de las materias primas y la desaceleración de la actividad económica. El aumento anual de los precios en la zona euro se encuentra situada actualmente en el 2,1%, una décima por encima del objetivo del BCE, tras registrar una caída de 1,1 puntos de noviembre. Esta evolución de los precios es, según Trichet, la mejor garantía de que la zona euro no va a caer en la temida deflación, situación en la que se producen, de forma simultánea, el retroceso de la producción, del consumo y de los precios. El presidente del BCE se mostró muy prudente y no anticipó posteriores medidas en materia de política monetaria.
El banco examina con extrema cautela la evolución de los indicadores económicos y si bien anunció las dos últimas rebajas de tipos, ahora parece decantarse por la política de 'esperar y ver'. Los expertos calculan que todavía tendrá que relajar en mayor medida la política monetaria para hacer frente a una situación económica en fase de deterioro.
«Espectaculares»
El Fondo Monetario celebró los recortes de tipos de interés decididos por cuatro bancos centrales en Europa y consideró que, al igual que la política de la Reserva Federal norteamericana (Fed), son adecuados a la crisis. «Recibimos muy favorablemente estas decisiones», declaró la directora de relaciones exteriores del FMI, Caroline Atkinson, en una conferencia de prensa. Atkinson calificó estos descensos como «muy espectaculares».
«Hemos sostenido, y nuestro economista jefe, Olivier Blanchard, así lo ha defendido en repetidas ocasiones, que las economías desarrolladas tienen que hacer frente a una desaceleración grave», apostilló Atkinson.
No hay comentarios:
Publicar un comentario